Ubicada en el Océano Pacífico, Isla Encantada es donde comienza este relato...
...tierra de pescadores y rodeada sólo por el mar, esta isla encierra a cientos de habitantes acostumbrados a llevar una vida tranquila y modesta...
Como en toda sociedad pequeña, la moral y las buenas costumbres imperan y rigen la conducta de la mayoría de los isleños...
En Isla Encantada adoran a "Yemayá", la diosa del mar...
Como en toda sociedad pequeña, la moral y las buenas costumbres imperan y rigen la conducta de la mayoría de los isleños...
En Isla Encantada adoran a "Yemayá", la diosa del mar...
...hoy es noche de fiesta para todos y los isleños realizan un ritual a su deidad... los ancianos creen que si no se realiza el ritual, Yemayá los castigará con un maremoto que hará desaparecer la isla... por el contrario, si son fieles a ella, Yemayá les puede cumplir cualquier deseo...
Parado a la orilla del mar, bajo un cielo lleno de estrellas y con sus pies siendo humedecidos por la espuma del agua salada, Ariel Rivero, pide un deseo desde el fondo de su corazón...
Parado a la orilla del mar, bajo un cielo lleno de estrellas y con sus pies siendo humedecidos por la espuma del agua salada, Ariel Rivero, pide un deseo desde el fondo de su corazón...
Ariel es un joven de 19 años, delgado, de 1.69 de estatura, cabello lacio rubio y ojos tan azules como el mar que observa hechizado por el arrullo de las olas...
Los pensamientos de Ariel son interrumpidos por la voz de su mejor amigo, Nereo, otro joven de 19 años, delgado, de 1.71 de estatura, cabello castaño cenizo y ojos de color azul...
Los pensamientos de Ariel son interrumpidos por la voz de su mejor amigo, Nereo, otro joven de 19 años, delgado, de 1.71 de estatura, cabello castaño cenizo y ojos de color azul...
Ambos son chicos fertilizables, es decir hombres con la capacidad de embarazarse... actualmente sólo 10 por ciento de la población masculina tienen esa cualidad, por lo que su género resulta exótico y cautivador para muchos...
Nereo: Ariel, ¿por qué me dejaste solo con Fermín?
Ariel: porque no quería hacerles mal tercio... es obvio que Fermín prefiere estar solo contigo...
Nereo: no digas tonterías... a mí Fermín no me interesa...
Ariel: ¿por qué no?... es un buen muchacho, honesto, trabajador...
Nereo: y pobre... es un simple pescador, como la mayoría de los que viven en esta isla... yo no quiero alguien así para mí...
Ariel: vas a comenzar de nuevo con la idea de quererte ir de Isla Encantada...
Nereo: es que yo no soy feliz aquí... yo quiero conocer lo que hay más allá del mar... quiero salir de esta isla y vivir en un lugar que no sólo esté rodeado de agua... Ariel, ¿tú sí eres feliz aquí?
Ariel guardó silencio por un instante y luego respondió: aquí es donde nos tocó vivir y debemos conformarnos...
Nereo: yo no puedo hacerlo... no sé cómo, pero te juro que voy a salir de esta isla...
Ariel: vamos, deja de decir tonterías y mejor vámonos de una vez... ya es tarde y mi papá puede molestarse...
Nereo asintió y caminó junto con su amigo hasta llegar a una esquina en donde se separaron...
Nereo: Ariel, ¿por qué me dejaste solo con Fermín?
Ariel: porque no quería hacerles mal tercio... es obvio que Fermín prefiere estar solo contigo...
Nereo: no digas tonterías... a mí Fermín no me interesa...
Ariel: ¿por qué no?... es un buen muchacho, honesto, trabajador...
Nereo: y pobre... es un simple pescador, como la mayoría de los que viven en esta isla... yo no quiero alguien así para mí...
Ariel: vas a comenzar de nuevo con la idea de quererte ir de Isla Encantada...
Nereo: es que yo no soy feliz aquí... yo quiero conocer lo que hay más allá del mar... quiero salir de esta isla y vivir en un lugar que no sólo esté rodeado de agua... Ariel, ¿tú sí eres feliz aquí?
Ariel guardó silencio por un instante y luego respondió: aquí es donde nos tocó vivir y debemos conformarnos...
Nereo: yo no puedo hacerlo... no sé cómo, pero te juro que voy a salir de esta isla...
Ariel: vamos, deja de decir tonterías y mejor vámonos de una vez... ya es tarde y mi papá puede molestarse...
Nereo asintió y caminó junto con su amigo hasta llegar a una esquina en donde se separaron...
Ariel siguió su camino, pero poco antes de llegar a su hogar escuchó unos pasos que venían detrás de él y cuando volteó para ver de quién se trataba, sus ojos azules se toparon con Efraín Landeros, uno de los mercaderes más importantes de la isla...
Efraín es un hombre de más de 40 años, musculoso, alto, de 1.80 de estatura, cabello negro y ojos oscuros...
Ariel: d-don Efraín... me asustó... pensé que alguien más me seguía...
Con voz gruesa, el hombre dijo: ya te he dicho que no me trates de usted, dime Efraín y si vengo detrás de ti es precisamente para cuidarte... un jovencito tan lindo como tú no debe andar solo por las calles a estas horas...
El hombre acarició la mejilla del ojiazul, quien se sintió incómodo y respondió: g-gracias, pero mi casa está a solo unos pasos...
Efraín: déjame acompañarte hasta tu puerta... para mí es un honor estar cerca de ti...
Ariel: s-se lo agradezco, pero no es necesario...
El ojiazul intentó alejarse, pero Efraín lo tomó de un brazo y le dijo: por qué eres tan rejego conmigo... si tú quisieras, yo podría sacarte de la pobreza en la que tu padre te tiene...
Ariel: y-yo no necesito de su ayuda...
Efraín jaló al chico hacia su cuerpo y añadió: te aseguro que conmigo tendrás lo que desees, sólo tienes que ser dulce y hacer lo que te pida...
Ariel sintió cómo el musculoso hombre se acercaba más a él con la intención de besarlo... cuando estaba por empujarlo para liberarse, una voz resonó en la calle...
"Arieeeellll", era la voz de Francisco, su padre, quien con una cabeza llena de canas contaba ya 52 años de vida...
Efraín soltó rápidamente a Ariel y miró lleno de rabia a Francisco...
Efraín: buenas noches Pancho...
Francisco no respondió el saludo y dijo: Ariel, métete a la casa...
Rápidamente, el ojiazul obedeció a su padre, quien mirando retadoramente a Efraín respondió de manera hosca: buenas noches Efraín y me llamo Francisco, no Pancho, grábate bien eso en la cabeza...
Efraín sonrió socarronamente y se alejó mientras que Francisco cerró la puerta de su casa con llave...
Ariel notó que su padre estaba molesto y dijo: papá, yo...
Ariel: d-don Efraín... me asustó... pensé que alguien más me seguía...
Con voz gruesa, el hombre dijo: ya te he dicho que no me trates de usted, dime Efraín y si vengo detrás de ti es precisamente para cuidarte... un jovencito tan lindo como tú no debe andar solo por las calles a estas horas...
El hombre acarició la mejilla del ojiazul, quien se sintió incómodo y respondió: g-gracias, pero mi casa está a solo unos pasos...
Efraín: déjame acompañarte hasta tu puerta... para mí es un honor estar cerca de ti...
Ariel: s-se lo agradezco, pero no es necesario...
El ojiazul intentó alejarse, pero Efraín lo tomó de un brazo y le dijo: por qué eres tan rejego conmigo... si tú quisieras, yo podría sacarte de la pobreza en la que tu padre te tiene...
Ariel: y-yo no necesito de su ayuda...
Efraín jaló al chico hacia su cuerpo y añadió: te aseguro que conmigo tendrás lo que desees, sólo tienes que ser dulce y hacer lo que te pida...
Ariel sintió cómo el musculoso hombre se acercaba más a él con la intención de besarlo... cuando estaba por empujarlo para liberarse, una voz resonó en la calle...
"Arieeeellll", era la voz de Francisco, su padre, quien con una cabeza llena de canas contaba ya 52 años de vida...
Efraín soltó rápidamente a Ariel y miró lleno de rabia a Francisco...
Efraín: buenas noches Pancho...
Francisco no respondió el saludo y dijo: Ariel, métete a la casa...
Rápidamente, el ojiazul obedeció a su padre, quien mirando retadoramente a Efraín respondió de manera hosca: buenas noches Efraín y me llamo Francisco, no Pancho, grábate bien eso en la cabeza...
Efraín sonrió socarronamente y se alejó mientras que Francisco cerró la puerta de su casa con llave...
Ariel notó que su padre estaba molesto y dijo: papá, yo...
El chico no pudo terminar su frase porque recibió una fuerte bofetada...
Con lágrimas en los ojos, Ariel preguntó: ¿por qué me pegas?
Francisco: no te hagas el tonto... vi perfectamente cómo coqueteabas con Efraín... eres un descarado, eres igual que tu madre... una puta igual que ella...
Ariel alzó la voz: no hables así de mi mamá... ella es...
Francisco: ella es una cualquiera... una perdida que se fue de esta isla con un extranjero sin importarle abandonarte a ti y a mí... ¿ya lo olvidaste?
Llorando, Ariel respondió: mi mamá era buena, pero se cansó de la vida que le dabas y por eso se fue...
Francisco: y entonces ¿por qué no te llevó a ti?... no defiendas a esa mala madre...
El hombre tomó de los hombros a Ariel y le dijo amenazante: te juro que no voy a permitir que seas igual que ella... voy a enderezar tu camino, cueste lo que me cueste...
Ariel se soltó del agarre de su padre y dijo limpiándose las lágrimas: yo no estoy haciendo nada malo... no tienes por qué reprocharme...
Sin decir más, Ariel corrió hacia su cuarto y se encerró para llorar sobre su cama... el ojiazul daba rienda suelta a su dolor, pues aunque no quería, las palabras de su padre calaban hondamente en su corazón...
Y escuchando como su único hijo sollozaba, Francisco se encerró en su cuarto... sacó de su ropero una pequeña caja y se sentó en su vieja mecedora...
De la caja sacó un collar de perlas, el cual acarició con su mejilla evocando el recuerdo de su esposa... habían pasado 15 años de su abandono y Francisco aún no podía olvidar a su mujer, la única a la que había amado...
El sol y el arrullo del mar se llevaron las lágrimas de Ariel y muy temprano, el chico se despertó para preparar el desayuno...
Con lágrimas en los ojos, Ariel preguntó: ¿por qué me pegas?
Francisco: no te hagas el tonto... vi perfectamente cómo coqueteabas con Efraín... eres un descarado, eres igual que tu madre... una puta igual que ella...
Ariel alzó la voz: no hables así de mi mamá... ella es...
Francisco: ella es una cualquiera... una perdida que se fue de esta isla con un extranjero sin importarle abandonarte a ti y a mí... ¿ya lo olvidaste?
Llorando, Ariel respondió: mi mamá era buena, pero se cansó de la vida que le dabas y por eso se fue...
Francisco: y entonces ¿por qué no te llevó a ti?... no defiendas a esa mala madre...
El hombre tomó de los hombros a Ariel y le dijo amenazante: te juro que no voy a permitir que seas igual que ella... voy a enderezar tu camino, cueste lo que me cueste...
Ariel se soltó del agarre de su padre y dijo limpiándose las lágrimas: yo no estoy haciendo nada malo... no tienes por qué reprocharme...
Sin decir más, Ariel corrió hacia su cuarto y se encerró para llorar sobre su cama... el ojiazul daba rienda suelta a su dolor, pues aunque no quería, las palabras de su padre calaban hondamente en su corazón...
Y escuchando como su único hijo sollozaba, Francisco se encerró en su cuarto... sacó de su ropero una pequeña caja y se sentó en su vieja mecedora...
De la caja sacó un collar de perlas, el cual acarició con su mejilla evocando el recuerdo de su esposa... habían pasado 15 años de su abandono y Francisco aún no podía olvidar a su mujer, la única a la que había amado...
El sol y el arrullo del mar se llevaron las lágrimas de Ariel y muy temprano, el chico se despertó para preparar el desayuno...
Más tarde, su padre salió de su cuarto y como si nada hubiera pasado dijo: en la hielera hay varios pescados, véndelos y saca dinero para estos días... hoy zarpa un barco pesquero, por lo que estaré ausente unos días...
Ariel respondió: sí papá... como tú digas...
Ariel respondió: sí papá... como tú digas...
Más tarde, Ariel caminaba por las calles de Isla Encantada cuando se encontró con su amigo Nereo...
Nereo: buen día Ariel, ¿qué haces fuera de tu casa tan temprano?
Ariel: quiero vender estos pescados para obtener un poco de dinero, pero parece que hoy nadie quiere comprar...
Nereo: ay para qué te esfuerzas, ve con don Efraín... seguro que él te compra todo lo que llevas...
Con un gesto de molestia, el rubio respondió: ni me menciones a ese señor, ayer me provocó un problema con mi papá... el muy abusivo se quiso pasar de listo y...
Nereo: ya sabes que don Efraín anda tras tus huesitos... es un hombre con mucho dinero, deberías pensar en aceptarlo, quizás te conviene...
Ariel: ¿cómo dices?... obviamente nunca aceptaría a ese señor... es mucho mayor que yo y no me gusta... yo no soy un interesado...
Nereo: uy, perdóname si te ofendí... pero ya sé quién te puede comprar tus pescados...
El alegre castaño tomó de la mano a su amigo y lo jaló de manera divertida...
Poco después, ambos chicos estaban parados frente al "Sodoma", el bar más exótico y popular de Isla Encantada, que también funcionaba como burdel... a él asistían la mayoría de los hombres para desfogar sus deseos carnales y también era visitado por extranjeros que llegaban a divertirse con los isleños...
El "Sodoma" era administrado por Coral, una mujer de casi 50 años, de raza negra y con un exótico turbante en la cabeza, quien además era conocida por su don de leer las cartas con gran precisión...
Ariel: ¿qué hacemos aquí Nereo? si nos ven en este lugar van a pensar que...
Coral: buenos días muchachos... qué los trae por aquí tan temprano...
Con confianza, Nereo dijo: hola Coral, venimos a hacer negocios contigo...
Coral: ¿negocios?
Nereo: sí, mi amigo está vendiendo pescados y te los deja todos por un precio único ¿qué dices?
Sonriendo y dejando ver sus blancos dientes, Coral dijo: jajaja... creí que era otra clase negocios que venían hacer...
La mujer se acercó a Ariel y acariciándole la mejilla habló: vendes pescados porque quieres... con tu rostro, aquí podrías ganar mucho más que unos cuantos centavos...
Nereo: buen día Ariel, ¿qué haces fuera de tu casa tan temprano?
Ariel: quiero vender estos pescados para obtener un poco de dinero, pero parece que hoy nadie quiere comprar...
Nereo: ay para qué te esfuerzas, ve con don Efraín... seguro que él te compra todo lo que llevas...
Con un gesto de molestia, el rubio respondió: ni me menciones a ese señor, ayer me provocó un problema con mi papá... el muy abusivo se quiso pasar de listo y...
Nereo: ya sabes que don Efraín anda tras tus huesitos... es un hombre con mucho dinero, deberías pensar en aceptarlo, quizás te conviene...
Ariel: ¿cómo dices?... obviamente nunca aceptaría a ese señor... es mucho mayor que yo y no me gusta... yo no soy un interesado...
Nereo: uy, perdóname si te ofendí... pero ya sé quién te puede comprar tus pescados...
El alegre castaño tomó de la mano a su amigo y lo jaló de manera divertida...
Poco después, ambos chicos estaban parados frente al "Sodoma", el bar más exótico y popular de Isla Encantada, que también funcionaba como burdel... a él asistían la mayoría de los hombres para desfogar sus deseos carnales y también era visitado por extranjeros que llegaban a divertirse con los isleños...
El "Sodoma" era administrado por Coral, una mujer de casi 50 años, de raza negra y con un exótico turbante en la cabeza, quien además era conocida por su don de leer las cartas con gran precisión...
Ariel: ¿qué hacemos aquí Nereo? si nos ven en este lugar van a pensar que...
Coral: buenos días muchachos... qué los trae por aquí tan temprano...
Con confianza, Nereo dijo: hola Coral, venimos a hacer negocios contigo...
Coral: ¿negocios?
Nereo: sí, mi amigo está vendiendo pescados y te los deja todos por un precio único ¿qué dices?
Sonriendo y dejando ver sus blancos dientes, Coral dijo: jajaja... creí que era otra clase negocios que venían hacer...
La mujer se acercó a Ariel y acariciándole la mejilla habló: vendes pescados porque quieres... con tu rostro, aquí podrías ganar mucho más que unos cuantos centavos...
Nervioso, el rubio respondió: g-gracias, pero prefiero vender pescados...
Coral: jajaja, eso dices ahora, pero está bien... denme todos los pescados... es fin de semana y este día vendrá mucha gente, por lo que debo prepararme con suficiente botana...
Instantes después, Ariel recibía el pago por sus pescados...
Ariel: muchas gracias señora...
Coral: tus ojos son iguales a los de tu madre...
Ariel: ¿mi madre? ¿usted conoció a mi mamá?
Coral: por supuesto que la conocí y muy bien...
El rubio apenas recordaba a su madre, ya que esta se fue cuando él tenía cuatro años... además, su papá quemó todas las fotos de quien fuera su mujer...
Ariel: hábleme de ella... casi no recuerdo nada de mi madre, sólo sé que se llamaba Perla y...
Coral: no es del pasado de lo que me gusta hablar, sino del futuro... ¿quieres que te lea las cartas?
Ariel: y-yo no creo en nada de eso...
Coral acarició la palma de la mano de Ariel y dijo: deberías, porque veo en tus manos que tu destino muy pronto cambiará...
El rubio se alejó de la mujer diciendo: gracias por su compra señora... hasta luego...
Coral: regresa cuando quieras... ah y la primera lectura de cartas va por mi cuenta...
Ariel no dijo más y salió corriendo del "Sodoma"... al salir se topó con Efraín, quien intentó hablarle al rubio, pero este se alejó rápidamente...
Coral: jajaja, eso dices ahora, pero está bien... denme todos los pescados... es fin de semana y este día vendrá mucha gente, por lo que debo prepararme con suficiente botana...
Instantes después, Ariel recibía el pago por sus pescados...
Ariel: muchas gracias señora...
Coral: tus ojos son iguales a los de tu madre...
Ariel: ¿mi madre? ¿usted conoció a mi mamá?
Coral: por supuesto que la conocí y muy bien...
El rubio apenas recordaba a su madre, ya que esta se fue cuando él tenía cuatro años... además, su papá quemó todas las fotos de quien fuera su mujer...
Ariel: hábleme de ella... casi no recuerdo nada de mi madre, sólo sé que se llamaba Perla y...
Coral: no es del pasado de lo que me gusta hablar, sino del futuro... ¿quieres que te lea las cartas?
Ariel: y-yo no creo en nada de eso...
Coral acarició la palma de la mano de Ariel y dijo: deberías, porque veo en tus manos que tu destino muy pronto cambiará...
El rubio se alejó de la mujer diciendo: gracias por su compra señora... hasta luego...
Coral: regresa cuando quieras... ah y la primera lectura de cartas va por mi cuenta...
Ariel no dijo más y salió corriendo del "Sodoma"... al salir se topó con Efraín, quien intentó hablarle al rubio, pero este se alejó rápidamente...
El hombre entró al burdel y le preguntó a Coral: ¿qué hacía aquí Ariel Rivero?
Coral: vino a venderme unos pescados...
Prendiendo un cigarro, Efraín dijo: pensé que había venido a venderte otra cosa...
Coral: jajaja... no te preocupes que ese chico sigue siendo inocente...
Efraín: precisamente por eso me gusta, porque quiero ser yo quien le quite esa inocencia...
Coral: mmm, pues siento decírtelo, pero creo que el camino de ese chico no coincide con el tuyo...
Molesto, el hombre respondió: ¿qué sabes tú bruja?
Coral: nada, pero precisamente porque soy una bruja puedo ver cosas que los demás no ven...
Efraín: pues a mí me vale madres lo que ves o no ves... una cosa sí te aseguro, Ariel va ser mío... tarde o temprano lo voy a tener en mi cama gritando mi nombre...
Coral: vino a venderme unos pescados...
Prendiendo un cigarro, Efraín dijo: pensé que había venido a venderte otra cosa...
Coral: jajaja... no te preocupes que ese chico sigue siendo inocente...
Efraín: precisamente por eso me gusta, porque quiero ser yo quien le quite esa inocencia...
Coral: mmm, pues siento decírtelo, pero creo que el camino de ese chico no coincide con el tuyo...
Molesto, el hombre respondió: ¿qué sabes tú bruja?
Coral: nada, pero precisamente porque soy una bruja puedo ver cosas que los demás no ven...
Efraín: pues a mí me vale madres lo que ves o no ves... una cosa sí te aseguro, Ariel va ser mío... tarde o temprano lo voy a tener en mi cama gritando mi nombre...
Entre tanto, Ariel llegó a la casa de su amigo Nereo...
Ariel: ¿por qué me dejaste solo en la cantina? dijiste que ibas a comprar unos caramelos y no volviste...
Nereo: cuando salí por los dulces me encontré a mi papá cayéndose de borracho... tuve que traerlo a mi casa...
Ariel: ¿otra vez está bebiendo?
Nereo: y ¿cuándo dejó de hacerlo?... ya no soporto vivir con un padre borracho y hundido en la miseria... daría lo que fuera por salirme de aquí...
Ariel: tranquilo... no te desesperes...
El rubio sacó unos billetes de su cartera y dijo: toma... esto es tuyo...
Nereo: pero Ariel, ¿este dinero es por el pescado que vendiste?
Ariel: sí... y gracias a ti lo vendí todo... así que te corresponde una parte... tómalo, es poco, pero de algo te servirá...
Ariel: ¿por qué me dejaste solo en la cantina? dijiste que ibas a comprar unos caramelos y no volviste...
Nereo: cuando salí por los dulces me encontré a mi papá cayéndose de borracho... tuve que traerlo a mi casa...
Ariel: ¿otra vez está bebiendo?
Nereo: y ¿cuándo dejó de hacerlo?... ya no soporto vivir con un padre borracho y hundido en la miseria... daría lo que fuera por salirme de aquí...
Ariel: tranquilo... no te desesperes...
El rubio sacó unos billetes de su cartera y dijo: toma... esto es tuyo...
Nereo: pero Ariel, ¿este dinero es por el pescado que vendiste?
Ariel: sí... y gracias a ti lo vendí todo... así que te corresponde una parte... tómalo, es poco, pero de algo te servirá...
Nereo abrazó a su amigo: gracias Ariel... más que mi amigo, eres como un hermano para mí...
Ariel: yo también te considero así...
La voz del padre de Nereo interrumpió a los jóvenes: Nereo, me duele la cabeza... tráeme algo para tomar...
Ariel: será mejor que me vaya... ánimo amigo...
Nereo sonrió levemente y vio salir de su humilde casa a Ariel...
Ariel: yo también te considero así...
La voz del padre de Nereo interrumpió a los jóvenes: Nereo, me duele la cabeza... tráeme algo para tomar...
Ariel: será mejor que me vaya... ánimo amigo...
Nereo sonrió levemente y vio salir de su humilde casa a Ariel...
El rubio se dirigió a la playa de la isla para ver el mar... Ariel acostumbraba observar el inmenso océano que rodeaba su tierra para tranquilizarse y pensar...
Incluso tenía un lugar secreto... una cueva algo escondida, donde desde niño acostumbraba ir con Nereo para jugar...
Sentado sobre la arena, Ariel sentía la brisa chocar con su rostro y creía que en esos momentos nada más importaba...
Incluso tenía un lugar secreto... una cueva algo escondida, donde desde niño acostumbraba ir con Nereo para jugar...
Sentado sobre la arena, Ariel sentía la brisa chocar con su rostro y creía que en esos momentos nada más importaba...
De pronto, sus ojos azules vieron un bulto que estaba entre el agua y la arena...
Ariel corrió para ver de qué se trataba y grande fue su sorpresa al encontrarse con un hombre boca abajo... al parecer había naufragado, pues su ropa estaba rasgada y completamente empapada...
El rubio se agachó en el solitario lugar y con manos temblorosas le dio la vuelta al hombre para observar su rostro...
Se trataba de un hombre de poco más de 30 años... por un momento, Ariel creyó que el sujeto estaba muerto, pero al notar que aún respiraba comenzó a intentar reanimarlo...
Rápidamente, Ariel comenzó a bombear el pecho del desconocido, quien después de varios segundos tosió arrojando agua por la boca...
Ariel: gracias a Dios que está vivo...
Con esfuerzos, Ariel arrastró al desconocido al interior de la cueva, donde lo acostó sobre la arena... al ver que el hombre respiraba con dificultad, el rubio se fue corriendo a su casa para buscar unas hierbas medicinales y unos trapos...
De regreso en la cueva, Ariel hizo que el desconocido bebiera las hierbas y colocó paños calientes en su frente...
Pasaron varias horas en las que el rubio solamente observaba al hombre, hasta que este comenzó a reaccionar...
Los parpados del desconocido se abrieron revelando unos ojos de color verde...
Después de unos minutos de incertidumbre, el hombre apreció a Ariel y dijo con voz grave: ¿dónde estoy? ¿quién eres tú?
Ariel corrió para ver de qué se trataba y grande fue su sorpresa al encontrarse con un hombre boca abajo... al parecer había naufragado, pues su ropa estaba rasgada y completamente empapada...
El rubio se agachó en el solitario lugar y con manos temblorosas le dio la vuelta al hombre para observar su rostro...
Se trataba de un hombre de poco más de 30 años... por un momento, Ariel creyó que el sujeto estaba muerto, pero al notar que aún respiraba comenzó a intentar reanimarlo...
Rápidamente, Ariel comenzó a bombear el pecho del desconocido, quien después de varios segundos tosió arrojando agua por la boca...
Ariel: gracias a Dios que está vivo...
Con esfuerzos, Ariel arrastró al desconocido al interior de la cueva, donde lo acostó sobre la arena... al ver que el hombre respiraba con dificultad, el rubio se fue corriendo a su casa para buscar unas hierbas medicinales y unos trapos...
De regreso en la cueva, Ariel hizo que el desconocido bebiera las hierbas y colocó paños calientes en su frente...
Pasaron varias horas en las que el rubio solamente observaba al hombre, hasta que este comenzó a reaccionar...
Los parpados del desconocido se abrieron revelando unos ojos de color verde...
Después de unos minutos de incertidumbre, el hombre apreció a Ariel y dijo con voz grave: ¿dónde estoy? ¿quién eres tú?
Por el acento del hombre, Ariel notó que se trataba de un extranjero y respondió a las preguntas...
Ariel: estás en Isla Encantada... yo me llamo Ariel Rivero ¿y tú?
Hombre: ¿Isla Encantada? ¿qué hago aquí?
Ariel: no lo sé, pero te pregunté cuál es tu nombre...
Hombre: ¿mi nombre?... yo me llamo... me llamo... ¿cuál es mi nombre?
El desconocido agarró con fuerza su cabeza sin poder recordar su nombre...
Hombre: n-no lo sé... no sé cómo me llamo... no sé quién soy ni de dónde vengo...
Ariel: ¿no te acuerdas o estás jugando conmigo?
El hombre tomó la mano de Ariel y le dijo: no, te juro que no me acuerdo de nada... no sé quién soy ni qué hago aquí... por favor ayúdame...
Ariel: y ¿qué quieres que haga?... ¿te llevo a la policía? quizás ellos puedan ayudarte...
Al escuchar la palabra de "policía", el hombre se puso nervioso y dijo: no... no me lleves a la policía, llévame a donde sea, pero no con ellos...
Ariel observó que el sol comenzaba a ocultarse y las estrellas empezaban a ocupar su lugar...
Ariel: ya está anocheciendo... no podemos seguir aquí... júrame que no eres un delincuente...
Hombre: quisiera hacerlo, pero no puedo jurar algo cuando ni siquiera recuerdo cuál es mi nombre...
Esas palabras fueron suficientes para que Ariel se diera cuenta que se trataba de un hombre honesto...
Ariel: escúchame... voy a llevarte a mi casa para que pases esta noche... ya mañana veremos qué hacer...
El hombre miró a los ojos azules de Ariel y le dijo: gracias, muchas gracias...
El rubio sonrió y en cuanto la noche cubrió la Isla, Ariel sacó al desconocido de la cueva y lo llevó a su casa...
Ariel: estás en Isla Encantada... yo me llamo Ariel Rivero ¿y tú?
Hombre: ¿Isla Encantada? ¿qué hago aquí?
Ariel: no lo sé, pero te pregunté cuál es tu nombre...
Hombre: ¿mi nombre?... yo me llamo... me llamo... ¿cuál es mi nombre?
El desconocido agarró con fuerza su cabeza sin poder recordar su nombre...
Hombre: n-no lo sé... no sé cómo me llamo... no sé quién soy ni de dónde vengo...
Ariel: ¿no te acuerdas o estás jugando conmigo?
El hombre tomó la mano de Ariel y le dijo: no, te juro que no me acuerdo de nada... no sé quién soy ni qué hago aquí... por favor ayúdame...
Ariel: y ¿qué quieres que haga?... ¿te llevo a la policía? quizás ellos puedan ayudarte...
Al escuchar la palabra de "policía", el hombre se puso nervioso y dijo: no... no me lleves a la policía, llévame a donde sea, pero no con ellos...
Ariel observó que el sol comenzaba a ocultarse y las estrellas empezaban a ocupar su lugar...
Ariel: ya está anocheciendo... no podemos seguir aquí... júrame que no eres un delincuente...
Hombre: quisiera hacerlo, pero no puedo jurar algo cuando ni siquiera recuerdo cuál es mi nombre...
Esas palabras fueron suficientes para que Ariel se diera cuenta que se trataba de un hombre honesto...
Ariel: escúchame... voy a llevarte a mi casa para que pases esta noche... ya mañana veremos qué hacer...
El hombre miró a los ojos azules de Ariel y le dijo: gracias, muchas gracias...
El rubio sonrió y en cuanto la noche cubrió la Isla, Ariel sacó al desconocido de la cueva y lo llevó a su casa...
El hombre entró al hogar de Ariel notando que se trataba de una casa modesta...
Hombre: ¿tú vives solo?
Ariel: no, mi papá vive conmigo, pero hoy no vendrá a dormir, así que te prestaré algo de su ropa... tú te puedes quedar en mi cuarto y yo me quedaré en el de mi papá...
Poco después, Ariel entró a su habitación para llevarle al desconocido ropa de su padre... al entrar se encontró con el hombre únicamente en ropa interior...
Hombre: ¿tú vives solo?
Ariel: no, mi papá vive conmigo, pero hoy no vendrá a dormir, así que te prestaré algo de su ropa... tú te puedes quedar en mi cuarto y yo me quedaré en el de mi papá...
Poco después, Ariel entró a su habitación para llevarle al desconocido ropa de su padre... al entrar se encontró con el hombre únicamente en ropa interior...
Hasta ese momento, Ariel pudo apreciar al hombre que había llegado del mar... era un hombre con un cuerpo lleno de músculos, rasgos muy varoniles y cabello de color rubio oscuro...
Con un rubor en sus mejillas, el ojiazul dijo: e-este, te traigo esta ropa para que te la pongas...
El hombre se vistió rápidamente ocultando con las humildes prendas su atractivo cuerpo...
Viendo a los ojos de Ariel, el desconocido dijo: gracias... nuevamente te agradezco por lo que estás haciendo por mí...
Ariel: n-no te preocupes... todos en esta isla somos muy hospitalarios...
El hombre tomó las manos de Ariel y las junto con las suyas: de cualquier forma, no cualquiera hace lo que tú haces por mí...
Al sentir las manos del desconocido, Ariel se dio cuenta que la temperatura del hombre estaba muy elevada...
Ariel: creo que tienes algo de fiebre... será mejor que te acuestes y descanses... te daré un poco más de las hierbas medicinales... así podrás dormir más tranquilo...
El ojiverde asintió y se acostó en la cama obedeciendo las instrucciones del amable joven...
Con un rubor en sus mejillas, el ojiazul dijo: e-este, te traigo esta ropa para que te la pongas...
El hombre se vistió rápidamente ocultando con las humildes prendas su atractivo cuerpo...
Viendo a los ojos de Ariel, el desconocido dijo: gracias... nuevamente te agradezco por lo que estás haciendo por mí...
Ariel: n-no te preocupes... todos en esta isla somos muy hospitalarios...
El hombre tomó las manos de Ariel y las junto con las suyas: de cualquier forma, no cualquiera hace lo que tú haces por mí...
Al sentir las manos del desconocido, Ariel se dio cuenta que la temperatura del hombre estaba muy elevada...
Ariel: creo que tienes algo de fiebre... será mejor que te acuestes y descanses... te daré un poco más de las hierbas medicinales... así podrás dormir más tranquilo...
El ojiverde asintió y se acostó en la cama obedeciendo las instrucciones del amable joven...
Eran casi las 9 de la noche cuando Ariel estaba sentado en la sala de su casa tomando una taza de café... pensaba en todo lo que le había pasado... se preguntaba quién era ese desconocido que ahora dormía en su habitación... ¿cuál era la identidad de ese hombre que el mar había llevado a Isla Encantada?
Los pensamientos de Ariel se vieron interrumpidos por golpes leves en su puerta... el rubio creyó que se trataba de su amigo Nereo, por lo que abrió la puerta sin preguntar...
Grande fue su sorpresa al encontrarse con don Efraín sonriéndole burlonamente...
Efraín: buenas noches Arielito...
El hombre se metió a la casa sin pedir permiso...
Ariel: ¿qué hace aquí don Efraín?
Efraín: creí que habíamos quedado en algo... no me tratarías más de usted...
Ariel: lo siento, pero yo no puedo hacer eso... usted es un hombre mayor y por eso lo respeto...
El hombre se acercó a Ariel y le dijo: sí, es verdad... soy un hombre mayor y por eso puedo enseñarte muchas cosas... mucho más de lo que te imaginas...
Ariel se separó y colocándose en la puerta dijo: será mejor que se vaya... mi papá no está en casa y no es correcto que esté aquí...
Efraín sonrió y dijo: sí, ya sé que tu padre no está aquí... está bien me voy...
El hombre dirigió sus pasos hacia la puerta, pero antes de salir empujó la puerta cerrándola y tomando de la cintura a Ariel...
Ariel: ¿qué hace? suélteme...
Efraín: ya me cansé de tus rechazos niñito... yo siempre obtengo lo que quiero y tú no serás la excepción...
El malvado hombre intentó besar los labios de Ariel, pero este lo detuvo: no... suélteme... no tiene derecho... suélteme...
Efraín: deja de resistirte... voy hacerte mío para que nunca más vuelvas a rechazarme...
Efraín cargó como si fuera un costal a Ariel y lo arrojó sobre el sillón...
Muy asustado, el rubio veía como el hombre comenzaba a desabrocharse su camisa y el pantalón, donde ya se notaba un gran bulto en la entrepierna...
Los pensamientos de Ariel se vieron interrumpidos por golpes leves en su puerta... el rubio creyó que se trataba de su amigo Nereo, por lo que abrió la puerta sin preguntar...
Grande fue su sorpresa al encontrarse con don Efraín sonriéndole burlonamente...
Efraín: buenas noches Arielito...
El hombre se metió a la casa sin pedir permiso...
Ariel: ¿qué hace aquí don Efraín?
Efraín: creí que habíamos quedado en algo... no me tratarías más de usted...
Ariel: lo siento, pero yo no puedo hacer eso... usted es un hombre mayor y por eso lo respeto...
El hombre se acercó a Ariel y le dijo: sí, es verdad... soy un hombre mayor y por eso puedo enseñarte muchas cosas... mucho más de lo que te imaginas...
Ariel se separó y colocándose en la puerta dijo: será mejor que se vaya... mi papá no está en casa y no es correcto que esté aquí...
Efraín sonrió y dijo: sí, ya sé que tu padre no está aquí... está bien me voy...
El hombre dirigió sus pasos hacia la puerta, pero antes de salir empujó la puerta cerrándola y tomando de la cintura a Ariel...
Ariel: ¿qué hace? suélteme...
Efraín: ya me cansé de tus rechazos niñito... yo siempre obtengo lo que quiero y tú no serás la excepción...
El malvado hombre intentó besar los labios de Ariel, pero este lo detuvo: no... suélteme... no tiene derecho... suélteme...
Efraín: deja de resistirte... voy hacerte mío para que nunca más vuelvas a rechazarme...
Efraín cargó como si fuera un costal a Ariel y lo arrojó sobre el sillón...
Muy asustado, el rubio veía como el hombre comenzaba a desabrocharse su camisa y el pantalón, donde ya se notaba un gran bulto en la entrepierna...
Acariciando su miembro viril, Efraín dijo: ahora vas a conocer a un macho de verdad...
De inmediato, Efraín se lanzó sobre Ariel aprisionándolo con su cuerpo y besando soezmente su rostro...
Ariel comenzó a llorar sintiendo que las manos del hombre tocaban vulgarmente su cuerpo... el joven creyó que todo estaba perdido y que perdería su inocencia en manos de ese depravado, por lo que cerró sus ojos...
De inmediato, Efraín se lanzó sobre Ariel aprisionándolo con su cuerpo y besando soezmente su rostro...
Ariel comenzó a llorar sintiendo que las manos del hombre tocaban vulgarmente su cuerpo... el joven creyó que todo estaba perdido y que perdería su inocencia en manos de ese depravado, por lo que cerró sus ojos...
Efraín disfrutaba besando al virginal muchacho cuando de pronto sintió que era sujetado bruscamente y arrojado al suelo...
Ariel abrió sus ojos y vio al desconocido parado frente a él y con una mirada llena de rabia...
Ariel abrió sus ojos y vio al desconocido parado frente a él y con una mirada llena de rabia...
Aturdido por la sorpresa, Efraín vio al hombre que lo había empujado y furioso gritó: ¿quién diablos es este cabrón?
El desconocido respondió: eso no te importa... lárgate de aquí...
Lleno de rabia, Efraín intentó golpear al desconocido: hijo de puta, ahora verás...
El desconocido respondió: eso no te importa... lárgate de aquí...
Lleno de rabia, Efraín intentó golpear al desconocido: hijo de puta, ahora verás...
Pero el desconocido era mucho más veloz, por lo que tras esquivar el golpe, le dio un fuerte puñetazo a Efraín en el estómago dejándolo sin aire...
Viendo al depravado hombre agarrándose el estómago por el dolor, el desconocido habló con voz potente: te lo vuelvo a repetir... lárgate ahora mismo o te va a pesar...
Ariel sobre el sillón no salía de su asombro... estaba muy sorprendido viendo la fuerza y masculinidad del desconocido que había ayudado... con los labios entreabiertos, Ariel admiraba al hombre que llegó del mar...
Viendo al depravado hombre agarrándose el estómago por el dolor, el desconocido habló con voz potente: te lo vuelvo a repetir... lárgate ahora mismo o te va a pesar...
Ariel sobre el sillón no salía de su asombro... estaba muy sorprendido viendo la fuerza y masculinidad del desconocido que había ayudado... con los labios entreabiertos, Ariel admiraba al hombre que llegó del mar...
¿Quién es el desconocido que llegó del mar?
¿Cómo cambiará la vida de Ariel?
Aquí inicia una intrigante y apasionada historia con el mar como testigo...
¿Cómo cambiará la vida de Ariel?
Aquí inicia una intrigante y apasionada historia con el mar como testigo...
Qué emoción, quiero más!
ResponderEliminarPronto estará la continuación y estará muy emocionannte... saluditos... ;)
EliminarShippear no es malo, pero mejor sube las historias de wattpad porque escribes horrendo y tu ortografía es pésima kajHzhzhhzjajajajaaku
ResponderEliminar